Viciado a las mamadas de la puta asiática
Este cabrón no puede vivir sin su mamada habitual de esta puta asiática, pagándole con gran satisfacción para que le coma la polla con esa inigualable calidad... Una vez ya le ha saboreado bien el capullo pasa a la infalible segunda fase, no dejando de pajearle simultáneamente a la mamada, hasta conseguir hacerle soltar la corrida.