Dos rubias comiendome el rabo
Así es como se han pegado toda la noche estas dos rubias viciosas que se quedaron con más ganas de comer después de la cena, comiéndome el rabo durante horas. Y es que no paraban de sobarmelo y finalmente, mi rabo no pudo más y estalló de placer, llenando sus bocas de leche caliente para alimentarlas a las dos jovencitas amateurs.